Era una niña muy dulce a la que le gustaban los mimos de los padres y que estaba totalmente enamorada de mi padre, decía a la gente que tenía un novio meravilloso y que pronto iba a casarme con él. Una infancia feliz, con todo lo que un niño en aquella edad necesita, siempre pienso a la suerte que me ha acompañado y que todavía sigue haciendolo. Mi hermana cinco años mayor que yo era mi angel de la guardia, ella me cuidaba cuando mis padres durante el día trabajaban, era para mí una segunda mamá. Tengo fija en mi mente una imagen que nunca olvidaré: yo estaba sentada en el sofá mirando la tele y mi hermana, que me acariciaba el pelo para que me adormeciera. Era una chiquita muy timida. Al parvulario estaba casi siempre sola, en un rincón, hasta cuando la maestra no me tomaba por la mano y me llevaba adonde estaban los otros, sin embargo en casa no era nada tímida, me sentía una princesa, y regalaba besos a todos. Cada mañana mi madre tenía que trenzarme el pelo, porque mi muñeca preferida así lo llevaba y nunca me dejaba poner pantalones porque en mi imaginación las princesas no los llevaban. Me gustaban a loco los animales, particularmente los perros, es una pasión que no me ha abandonado, si acaso por la calle encontraba uno le ponía nombre y quería llevarmelo y mi madre tenía que combatir cada vez con mis caprichos. Me gustaba jugar con una chiquilla que vivía cerca de mi casa todas las tardes, nos reuníamos una vez en su casa y otra en la mia para jugar con las Barbies o para bailar con el éstereo a un volumen muy alto. Muchas vecez mí hermana y yo teníamos que estar con mis abuelos porque mis padres trabajaban en el mismo horário. Era una felicidad inmensa para mí. Me apetecía muchisimo comer lo que mi abuela guisaba. Todo tenía un sabor diferente, más gustoso y siempre había postre. Mi abuelo era la persona más simpática y dulce que yo conocía, me contaba historietas, íbamos caminando y recogiendo flores para llevárselas a mi mamá y me compraba siempre algo como por ejemplo helados, caramelos, peluches. Tengo recuerdos maravillosos de mi infancia, era una niña vivaz, me gustaba descubrir cosas nuevas, mi padre decía que era la niña de los ¿por qué?.
viernes, 8 de diciembre de 2006
Cómo era de pequeña....
Era una niña muy dulce a la que le gustaban los mimos de los padres y que estaba totalmente enamorada de mi padre, decía a la gente que tenía un novio meravilloso y que pronto iba a casarme con él. Una infancia feliz, con todo lo que un niño en aquella edad necesita, siempre pienso a la suerte que me ha acompañado y que todavía sigue haciendolo. Mi hermana cinco años mayor que yo era mi angel de la guardia, ella me cuidaba cuando mis padres durante el día trabajaban, era para mí una segunda mamá. Tengo fija en mi mente una imagen que nunca olvidaré: yo estaba sentada en el sofá mirando la tele y mi hermana, que me acariciaba el pelo para que me adormeciera. Era una chiquita muy timida. Al parvulario estaba casi siempre sola, en un rincón, hasta cuando la maestra no me tomaba por la mano y me llevaba adonde estaban los otros, sin embargo en casa no era nada tímida, me sentía una princesa, y regalaba besos a todos. Cada mañana mi madre tenía que trenzarme el pelo, porque mi muñeca preferida así lo llevaba y nunca me dejaba poner pantalones porque en mi imaginación las princesas no los llevaban. Me gustaban a loco los animales, particularmente los perros, es una pasión que no me ha abandonado, si acaso por la calle encontraba uno le ponía nombre y quería llevarmelo y mi madre tenía que combatir cada vez con mis caprichos. Me gustaba jugar con una chiquilla que vivía cerca de mi casa todas las tardes, nos reuníamos una vez en su casa y otra en la mia para jugar con las Barbies o para bailar con el éstereo a un volumen muy alto. Muchas vecez mí hermana y yo teníamos que estar con mis abuelos porque mis padres trabajaban en el mismo horário. Era una felicidad inmensa para mí. Me apetecía muchisimo comer lo que mi abuela guisaba. Todo tenía un sabor diferente, más gustoso y siempre había postre. Mi abuelo era la persona más simpática y dulce que yo conocía, me contaba historietas, íbamos caminando y recogiendo flores para llevárselas a mi mamá y me compraba siempre algo como por ejemplo helados, caramelos, peluches. Tengo recuerdos maravillosos de mi infancia, era una niña vivaz, me gustaba descubrir cosas nuevas, mi padre decía que era la niña de los ¿por qué?.
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